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Jakue Pascual - Sociólogo

Sucedáneo

Feuerbach afirmaba que su tiempo era ilusorio porque prefería la copia al original. El argumento lo retomó Debord, quien habló de la separación, del estadio donde la representación invierte lo realmente vivido. La ignorancia se produce para explotarla. La necesidad es soñada socialmente y el sueño se vuelve necesario. El espectáculo lo vela, se erige en dueño de los recuerdos y los proyectos y ejecuta juicios sumarios. Sólo lo que no replica existe en el espectáculo. La pérdida del sentido de la historia y del gusto institucionaliza redes de falsificadores que, ignorantes de lo auténtico y lo imposible, nos conducen a la catástrofe. Neuromante: Vivimos una realidad virtual. Matrix: Somos cultivados por la máquina. Lo verdadero, un flash de lo falso.

Sucedáneo es lo que yendo por debajo de y teniendo propiedades similares, lo reemplaza. Chovas por anchoas, gulas y caviar de pega. Detrás el surimi. Nada se libra de su sucedáneo: el huevo, el chocolate, la canela... El fucus imita tabaco. El café es lecitina de soja. Conservantes, colorantes y aditivos. E120, E123, E181, E210... ¡Boicot! Los sucedáneos de leches para bebés y becerros plantean riesgos para las crías. Alimentos Light, Bio o Eco. Fetiche de la mercancía. La cosa es otra.

Todo es susceptible de ser copiado. El negocio mueve miles de millones. Lenin llama sucedáneo al dinero. Ropa, relojes, bolsos, juguetes, software, DVDs, CDs, medicinas y vehículos. Se acusa a China de producir el 70% de falsificaciones, Inglaterra se comporta como Tailandia y Rusia exporta champagne. Autonomía por independencia. Los consumidores delinquen, no muestran arrepentimiento moral. Nike o Kike, pantalones Yeyi’s y nikis Lacostra. Holograma inimitable para el selecto Margaux de Burdeos.

Convertimos el universo en planisferio, el océano en acuario, la Polinesia en parque temático y la F-1 en una consola. Manolín añora la gota que resbala por el Bisonte cuando observa la reproducción de Altamira. Hasta las copias más exactas de cerdos clonados presentan comportamientos divergentes del original.

F for Fake se asoma al fraude. Orson Welles se mezcla con Arkadin y Falstaff como un falsificador más. Imposible diseccionar lo real de la ficción. Marc Legasse me enseñó que la historia se construye así. Incluso Deleuze apuesta por subvertir la representación con la potencia positiva del simulacro, que niega el original, la copia, el modelo y la reproducción. No hay jerarquía, no hay selección. Sólo un mundo de distribuciones nómadas y anarquías coronadas. Bajo la caverna existe un subsuelo aún más vasto por explorar.

 

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