Jakue Pascual - Sociólogo
Cachorros humanos
Uno puede considerarse privilegiado si ha tenido un buen maestro. Soy afortunado, he coincidido con varios, pero recuerdo con especial simpatía a un profe que se negó a impartirnos, a nosotros, incultos púberes, la asignatura de Formación del Espíritu Nacional, mudando la plomiza disciplina franquista por 'El libro de la tierras vírgenes'.
La maleza era un refugio y desde allí observaba el devenir animal de Mowgll en la tórrida atmósfera de 'La Joya de la Corona' de Kipling. Un punto de partida para toparme, pasado el tiempo, con su surreal reverso, el lobo hombre de Boris Vian.
Estas reflexiones no tendrían interés si recientemente no me hubiera topado con un adolescente producto de los márgenes de la periferia metropolitana Cierto día, la curiosidad me llevó a formularle una sencilla pregunta: Qué es lo que tienes en esa cabeza?» Y la respuesta fue automática... «Nimales. «¿Animales...? ¿Y cómo hacen los animales?». «Aiiiiuuuuh! ».
El pequeño salvaje de Truffaut se inspiró en el caso de Víctor, un niño criado por animales salvajes que no comprendía su reflejo en el espejo. Pero el catálogo es extenso y Carl Von Linné establece una tipología de especímenes de homo sapiens ferus. Aparecen infantes oso, gacela y gallina. En 1920, Kamala y Amada, las niñas loba de la India, aúllan y lo olfatean todo. Mientras los licántropos devoran chiquitos en Bambipur desde 1996 y el ejército ruso recluta a los voichata, lobos jóvenes que vagan, como otros dos millones de niños, por la nevada Rusia en crisis.
Bartra afirma que se ha malinterpretado la idea que Rousseau tenía del buen salvaje y minimizado su crítica del eurocentrismo. Según él, Rousseau mira en su interior con la pretensión de conquistar una identidad libre como ciudadano natural y crítico, porque el mal se halla en la sociedad, en la forma en que el progreso corrompe la inocente naturaleza original; por eso recomienda a Emilio leer 'Robinson Crusoe', resaltando la diferencia existente entre el hombre natural que vive estado naturaleza y el hombre natural que vive estado social. Pues Emilio tiene que habitar ciudades. La edad de oro ya no es posible y Rousseau se construye como punto de vista político, crítico con un segundo estado de naturaleza donde ya nadie vale nada entre hombres artificiales y tiranos.
Estamos lejos de la frenología. Lo social también determina el comportamiento postcolonial del nuevo salvaje. Por eso entre las contrageografías transfronterizas de la globalización se debería incluir la de los pequeños bárbaros que nos devuelven el instinto animal que se agazapa tras una vida amaestrada.