Jakue Pascual - Sociólogo
Topología política
La política que la derecha española impone en los territorios vascos es un ejercicio de abstracción pura. Al intentar desalojar del espacio electoral a los votos independentistas, lo que ha conseguido ha sido ubicarlos en el no-lugar de la misma esfera. Así, nos encontramos ante algo parecido a un vacío metafísico, en el punto donde la nada lleva implícita la posibilidad del todo. De esta manera, el ejercicio desobediente de los miles de votos de la izquierda abertzale y su ocupación de un conjunto vacío, expresa la negación de la formalidad que les suprime.
Un espacio electoral nulo no es nada en un recuento, son votos ocupando una casilla sin futuro. Pero lo nulo deviene real cuando, cuestionando con desdén lo institucional, otorga un carácter insumiso a esta expresión social de una idea política, valedora de un notable apoyo en todos los pueblos y barrios de Euskal Herria.
La derecha española ha creado un fantasma y se ha topado con la topología del arro, con los bordes de su frontera psíquica y física. Así, la ocupación de la casilla nula, del no-lugar de la presencia institucional, lejos de eliminar la política de la izquierda abertzale. la revitaliza en sus relaciones cotidianas de producción cooperativa.
El escenario institucional resultante de las últimas elecciones es engañoso. La supresión de la izquierda aberizale implica de facto una derechización y una españolización de la representación formal, algo que en absoluto se corresponde con la realidad social existente. Pero es dudoso que aquellos que se han instalado como ilusos en una restricción representativa que les favorece en escaños hagan nada por corregir dicha situación de déficit democrático que, de afirmarse, afectará frontalmente sus tibias posiciones.
Las dificultades con las que ha contado la izquierda abertzale para expresarse electoralmente la obligan a explorar nuevas posibilidades. En este contexto, instituciones autóctonas, tales como el auzolan o el batzarre, pilares básicos de la democracia misma, adquieren una especial significación para la definición de las relaciones que, en la cotidianeidad de la política, debe establecer la izquierda abertzale en el interior del proceso constituyente vasco.