Hasiera > Artikuluak > 2003 > Guitarra 9 mm. (2003-01-02)
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Jakue Pascual - Sociólogo

Guitarra 9 mm.

Ahora que Joe Strummer ha muerto, todo el mundo reconoce la influencia de los Clash, pero pocos tienen la osadía de tolerar la importancia de esta expresión radical del arte en el interior de la revuelta, admitiendo, menos todavía, que compusieron un elemento de precisión sobre el cual se articuló la extensión de la revolución social en la Euskal Herria de los años ochenta del siglo XX.

Los Clash alertaban al mundo desde Londres de la llegada de la Edad de Hielo del Espectáculo. Fue entonces cuando millares de chavales alucinados intentaban descifrar, en el Velódromo de Anoeta, qué se escondía tras aquellas ráfagas de guitarras que, empuñadas como metralletas, acababan estrellándose en el escenario en un gesto de derroche excesivo que enfrentaba al enemigo con la crítica de las armas. Un tiempo de damas de hierro, papas polacos y actores presidentes que hoy se ha extendido más allá. Un Nuevo Orden que comenzaba a articularse con la amenaza nuclear de los euromisiles, el desgaste del bloque soviético, la intervención yankee en la Nicaragua sandinista, la muerte de los prisioneros republicanos en huelga de hambre, o el golpe de estado de Tejero. Un periodo crítico que en Euskal Herria se resolvió de forma alternativa mediante la triple confluencia del punk, el asamblearismo y la conciencia de pertenencia a un pueblo.

Este fue el punk que tomaron los vascos de Strummer -mientras Kortatu versioneaba la desaparición de Jimmy Jazz-, el que se constituía como ruptura estética y como política positiva en la apertura de canales expresivos y espacios de interacción circular.

Joe, el aporreador de guitarras, punteó la sabiduría al fusionar en un mismo ritmo la historia y los latidos de las tierras incógnitas, llevándonos de los suburbios de Londres a Oriente Medio. Y sin hacer surf, como Charlie, derivó por los motines carnavalescos de Nothing Hill; haciéndose rasta entre policías y ladrones; anarquista en la Guerra Civil; latino en el western antiimperialista Walker; para con sus mescaleros, aprender los secretos del enigmático X Ray Stile que estallaría multicolor al compás de un simple bongo. La influencia de Strummer en la política vasca de los años ochenta es más importante de lo que cualquier observador normalizado podría detectar jamás y equivalente, en cierta forma, a la del Che, Fannon o, actualmente, el subcomandante Marcos. La muerte tenía un precio para Strummer, y así lo anunció con los Clash en Donostia. Este no era otro que el valor de convertir el tiempo en espacio de canciones que nos habitan.

 

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