Artículo escrito en el especial de Gara 'Despedida de Negu Gorriak', el 18 de febrero del 2001
Jakue Pascual – Sociólogo
Y sin embargo se baila
Negu Gorriak ha sido algo más que un grupo de rock, es un emblema. Si Kortatu supuso incorporar el discurso separatista al Rock Radikal Vasco, Negu Gorriak lo expandió por el mundo y atrajo a éste hacia nosotros. Para entender qué significan ambos grupos es necesario conocer las dos décadas por las que transitaron y comprender cúales fueron las resistencias que les impregnaron de sentido, en un intervalo que va desde la implantación del mando neocorservadurista de la crisis y el punk (80´s), a la consolidación del control militar por el Imperio Policía y el estallido multicolor de los sones (90´s).
No. No es casual que Negu Gorriak naciera con el Nuevo Orden Internacional, sugiriendo una manera vasca de entender la mezcla de ritmos orbitales: Hardcore, funk, reggae, soul, rap, hip-hop, rock & roll, trashcore... Una música disidente que esbozó estéticamente lo que ya es un hecho: la Internacional Anti-Globalización. De ahí que confluyeran en el intento combos como Mano Negra, Fugazi, Chumbawamba, Body Count, Rage Against The Machine, Tijuana No, Def Con Dos, Ratos de Porao, Todos Tus Muertos y un largo etcétera que -quizás sin proponérselo- anticiparon la estética nómada de la revuelta.
Quienes hemos tenido el placer de conocer y disfrutar a Negu Gorriak, sea semiclandestinamente en Gaztexes, anunciados de boca en boca, como presentados a bombo y platillo en olor de multitudes, sea en el frente de las prisiones o asediados por los señores feudales, sabemos que toda historia es anecdótica y que lo importante siempre es el siguiente paso.
Por eso somos conscientes de lo sinuoso que es el camino para los que ahora llegan y topan con un horizonte difuso. Y por eso entendemos que la redimensionalización de la propia imaginación es siempre colectiva.
Una fusión tecnoecológica se impone ya, la del neuromagna interconectado y la de la tierra salvaje. Un reto con el que deberá enfrentarse el nuevo estilo de los vagabundos sonoros que quieran ocupar en esta parte del orbe el hueco del hueco dejado por Negu.
El invierno, a pesar de las apariencias, es crudo. La metáfora anuncia NADA. Cuando los grandes burócratas del FMI y del BM escogen el desierto, como lugar para sus componendas, es hora de cambiar la música. La rebelión de l@s esclav@s ha comenzado, l@s indígenas se han sublevado y en la red se despliega la revolución libertaria. El Imperio tiembla de miedo ante el no copyright de Spartacus D.J.´s y se muestra colérico con la Internacional Aborigen. Ha llegado la hora del baile para amazonas y poetas guerreros. Agur, Negu Gorriak!, los que van a danzar te saludan.