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Jakue Pascual - Sociólogo

Help!

Las aseguradoras están preocupadas por el incremento de catástrofes derivadas del calentamiento global. En un siglo la temperatura ha aumentado 0,8 grados Celsius. La deforestación consume anualmente 11,2 millones de hectáreas vírgenes. El cambio en el ph de los océanos envenena el plancton. Las aguas suben y la humedad ambiente también. El permafrost se retira. Las precipitaciones son menos frecuentes y más intensas. La paradoja extiende la desertización y prenden incendios. La población queda expuesta a hambrunas, desplazamientos (refugiados ambientales) y pandemias.

Las oenegés demandan recursos y remiten a Kyoto. Protocolo fracasado. La Union of Concernid Scientist acusa a la administración Bush de ocultar proyecciones según las cuales la reproducción ampliada de desastres naturales conlleva asociada la reproducción de conflictos a fin de asegurarse el control de las fuentes de energía, alimentos y agua. Así que, si en algo coinciden un inspector de armas en Irak y el representante del panel internacional sobre cambio climático, es que el fenómeno se asemeja a una bomba de destrucción masiva. De ahí que Richard B. Alley insista en que, en una o dos décadas, el sistema terrestre será llevado al colapso, dada la concatenación de causas que provoca su desestabilización.

Mozambique sumergida. El Niño y Mitch. Tifones como Nabi. Desbordamiento del Danubio. Tormentas tropicales Jeanne y Stan. Iberia en llamas. Seísmos en Irán y Pakistán. Un tsunami asola el Índico.

La Agencia Federal de Gestión de Situaciones de Emergencia es un gobierno secreto. Durante la crisis del Katrina, el FEMA rechazó toda ayuda. La autoorganización espontánea de los supervivientes gritaba... Help! Pero la prioridad gubernativa pasaba por desplegar una fuerza militar sin precedentes, limitando de facto la Posse Comitatus Act, que restringe la utilización de fuerzas regulares. Se alzan voces de alarma contra la reconstrucción de una Nueva Orleans sin negros. Tolerancia cero. Efectuándose por la fuerza la evacuación de las personas de sus hogares. Se habla de cacerías racistas, para lo cual se habría comenzado por exterminar a pandilleros y saqueadores. El estado de descomposición de los cadáveres no deja muchas huellas y sólo entran en contacto con ellos las bolsas herméticas de los rescatadores de FEMA. No hay cifras. El alcalde, Ray Nagin, teme por su vida. La administración central, el poder blanco de Orleans y los grandes consorcios apuestan por reconstruir un megacentro de ocio. Lo sucedido en la capital del jazz es un ejemplo aterrador de hasta dónde es capaz de llegar el capitalismo en la gestión de una catástrofe.

 

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