Jakue Pascual - Sociólogo
La expresión del somos
Probablemente sea Spinoza quien mejor haya formulado el planteamiento de la expresión libre como una necesidad consustancial a los seres humanos. Y henos aquí, unos 350 años después, reivindicándola de nuevo frente a los casos de autoritaria y sistemática injerencia estatal. Tenemos la impresión de que en el Estado español se produce una anomalía a la inversa de la que sucediera con la apertura democrática holandesa de mediados del 1600. Una involución que se ha tornado cíclica en la historia que nos circunda y que vuelve una vez más, esta vez en forma de la paradoja que se abre sobre el ser o no ser del somos (GARA), rastreando en la confusión de su identidad jurídica.
Aquí confluyen das problemas: uno, el de la insaciabilidad de un Estado que necesita recaudar incesantemente nuevos fondos para coprotagonizar aventuras imperiales, eso sí, en régimen de subsidiariedad. De ahí que se estrangulen prioritariamente las estructuras productivas de los colectivos considerados antagonistas a la forma centralista de Estado. Y segundo, el de la expresión libre limitada de facto por la amenaza de cierre de un medio de comunicación, a través del cual se refleja la voluntad y el conocimiento de una parte significativamente importante de la población vasca. Una pluralidad que discurre entre la práctica real de un sinfín de alternativas sociales y comunitarias. Siguiendo esta línea, no resulta demasiado osado deducir que la voluntad del censor pase -una vez dado el primer paso- por utilizar la situación experimental creada como banco de pruebas para la ampliación de la limitación efectiva de la expresión en el conjunto de lo social. Ciertamente, un ilustrativo ejemplo para medir a una Europa cada vez más autoritaria que, autoproclamándose defensora de los derechos del hombre y del ciudadano, consiente dicha transgresión.
Este es el problema que plantea el carácter plural de GARA, el somos de una multiplicidad capaz de combinar expresiones singulares variadas, una de las cuales es la mía propia. Porque escribir implica expresarse como singularidad que se es en el proceso de conocimiento de lo común-múltiple. Este es el auténtico debate que propondrá GARA el próximo 19 de julio, ser singulares en lo común de la expresión libre frente a la política-económica de un estado autoritario. Una multitud que debe tomar la palabra, exponerla en conversaciones serias, en chateos y poteos, multiplicarla de manera impresa y lanzarla en ondas al éter. Sólo así seguiremos siendo: GARA.