Jakue Pascual - Sociólogo
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La prospección social transita por extraños vericuetos; utiliza técnicas de investigación heterodoxas y plantea la ruptura con el método de análisis. El uso contracultural de la Ciencia Ficción adquiere sentido al proyectar en el tiempo las tendencias psicosociales que se imponen en la realidad de la que surge el análisis. De ahí que no sea extraño que Philip K. Dick insista en que él realmente indaga el presente, desde un plano espacial alterno y separado temporalmente. O que Debord constate que dicha ciencia ilustra la desigualdad social.
Cuando Spielberg o Ridley Scott, retoman a P. K. Dick, en 'Blade Runner' o en 'The Minority Report', están indagando tanto el derecho sobre la caducidad de los cuerpos como el derecho a la utilización del control preventivo. Ya nada garantiza la correspondencia entre lo real, lo imaginario y los sentidos. Es el universo de la esquizoparanoia. La atmósfera es opresiva y la anomia muta en revuelta de antihéroes. El propio Dick se sumerge en el relato de su manía persecutoria. 'Radio Libre Albemut' rememora -como subtexto- una intriga urdida por agentes secretos contra el propio escritor, que terminará exiliándose. Y Gibson deserta de la guerra de Vietnam y Orwell escapa de la represión del Gran Hermano.
Autores rememorados, que se escurren entre las zarpas del poder. En '1984' -año orwelliano- se diseñó un espectáculo mediático destinado a minar la expirante credibilidad del bloque del Este. A Dick se le consolidó como a uno de los exponentes de un género literario menor, atribuyéndole la imaginación que le daba ser un paranoico. Y a Gibson se le clausuró en un horizonte de silicio, como si el ciberpunk no tuviera conexión con la estratificación hacia los polos sociales y con las redes alternativas liberadoras. Autores que viven tramas secretas, conscientes de una inquietante conclusión: el desarrollo tecnológico, más que para vivir mejor, supone un recurso para el control de lo cotidiano; algo que difícilmente escapa del punto de vista kafkiano, donde los humanos buscan la salida del laberíntico Castillo. De ahí que 'Solaris' nos enfrente a nuestros demonios, que Ursula K. Le Guin indague en situaciones extremas alternativas para 'Los desposeídos' y se proponga la autodeterminación en 'Desafío Total' a la tiranía. La ficción rastrea tramas, allá, donde el secreto domina. En cambio, a nosotros, nos corresponde establecer en la realidad la valencia de los datos, el poder de su combinatoria.