Jakue Pascual - Sociólogo
Espectros de arena
Una lancha artillada se mueve rápida patrullando las riberas del Tigris. El impacto visual de las imágenes me confunde las épocas, como si un ordenador intercambiara ocres desierto por verdes selva. Sólo un fondo de arena, salpicado de palmeras, me retiene en el presente.
Tras los Acuerdos de París de 1973, las Fuerzas Armadas de Liberación de Vietnam emprendían la ofensiva final. Mi adolescencia repasaba fotos de teletipo desechadas por un conocido rotativo como si fueran fetiches, unas instantáneas pegajosas que barajaba una y otra vez buscando no sé qué: soldados americanos mostrando una bandera enemiga sobre un puente suspendido en medio de la jungla, niños achicharrados por el napalm, cabezas colgando de cinturones militares, tomas aéreas de aldeas atacadas por la caballería aerotransportada y los helicópteros de evacuación de la marina yankee que -¡sorpresa!- aparecían en la escena final. La táctica de construcción de una malla entre las bases americanas en el corazón de las tinieblas había fracasado, lo mismo que las operaciones móviles de una guerra que Washington definió como experimental y limitada.
Ahora, en la guerra de Irak, se estrena estrategia política. Se pasa de una primera fase de control rápido del territorio a una segunda de cooperación-información. Un método que halla una de sus vertientes en el combate urbano ensayado recientemente en Palestina. Mientras, otro de sus polos investiga entre las diferencias que conforman Irak a fin de obtener informes sobre los movimientos de guerrilla y crear alianzas favorables a los intereses de Estados Unidos en la zona.
Babilonia es un caos. En las calles de Bagdad las mafias se hacen fuertes, las emboscadas a los contingentes aliados no cesan, los problemas de logística y climatología son constantes en el inmenso desierto y se acrecienta el descontento de una población cotidianamente castigada por errores en operaciones de control. Un comandante critica, ante las cámaras, al Secretario de Estado norteamericano y lo acusa de falta de previsión.
En la espesura de la selva ríen enormes cabezas de piedra. El sofocante viento barre ruinas de imperios ocultos por dunas. La combinación de guerra regular e irregular vietnamita poco tiene que ver con las pequeñas operaciones de hostigamiento que se suceden en un Irak fracturado, salvo que en ambos casos se opone la densidad del paso del tiempo a una acción que, en un principio, el mando norteamericano planted como limitada. No tiene mucho sentido, ni se parece el color de fondo del paisaje, pero cada vez me acuerdo más de Charly.